ZINC
Nutriente indispensable para el organismo
El zinc es un micronutriente imprescindible para la vida aunque en se encuentra en muy pequeñas cantidades en el organismo.
Es un mineral con muchas propiedades, conocido por el mantenimiento de la piel, el cabello y las uñas. Es imprescindible para el correcto funcionamiento de enzimas relacionadas con el metabolismo de las proteínas y de los ácidos nucleicos. Esencial para funciones de gran importancia como la digestión, la reproducción y el crecimiento.
Es necesario para:
- Síntesis del ADN y regeneración de los tejidos
- Digestión y aprovechamiento de las grasas, las proteínas e hidratos de carbono
- La producción de energía
- El fortalecimiento del sistema inmunológico y la cicatrización de heridas
Alimentos ricos en zinc
Los requerimientos del ZINC son de unos 7 mg diarios para las mujeres y 9 mg para los hombres.
Durante el embarazo
Tanto las mujeres embarazadas como las lactantes deben tomar 2 mg adicionales al día para asegurar un aporte adecuado para el bebé. El consumo de zinc es fundamental para el correcto crecimiento del mismo.
Además, después del parto, las glándulas mamarias proveen cantidades importantes de zinc al recién nacido, por lo que la lactancia es muy importante para el bebé.
Indicaciones
El zinc tiene utilidad terapéutica en muchas dolencias:
- Acné, eccemas, herpes, psoriasis, alopecia.. está presente en cremas y champús.
- Alergias
- Alzheimer y demencia senil
- Anorexia
- Cataratas y degeneración macular. Necesario para el transporte de vitamina A hacia la retina.
- Cistitis
- Diabetes, facilita la asimilación de la insulina.
- Disfunciones ginecológicas.
- Disfunciones hepáticas.
- Problemas tiroideos.
- Enfermedad de Crohn.
- Impotencia
Consumo excesivo de Zinc
Puede producir intoxicaciones que afectan al funcionamiento de los riñones, al sistema inmunológico y a los niveles de colesterol ( bueno ) en sangre.
Salvo en casos de aguas con una mineralización excesiva, resulta casi imposible ingerir una cantidad excesiva.
Déficit de Zinc
La carencia de zinc puede deberse a una dieta baja en proteínas, el embarazo, enfermedades intestinales, alcoholismo crónico, diabetes o insuficiencia renal.
La carencia de zinc puede provocar los siguientes síntomas:
- Pérdida y fragilidad del cabello.
- Debilidad y manchas blancas en las uñas.
- Dificultad para la cicatrización de las heridas.
- Reducción del crecimiento.
- Problemas de visión.
- Impotencia masculina e irregularidades menstruales.
- Problemas cutáneas.
- Alteraciones del sistema nervioso.
- Perdida de apetito.
- Anemia
- Infecciones frecuentes.
- Sensación de fatiga.
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